25 FEBRERO EN CINES: RUSALKA, DESDE MET - NEW YORK
25-02-2017 RUSALKA (A. Dvořák) desde MET New-York
Duración: 3h.40min. (Act I 57min/ descanso 30min/ Act II 46min/ descanso 30min/ Act III 57min) EN DIRECTO
Rusalka es una ópera en tres actos con música de Antonín Dvořák y libreto en checo de Jaroslav Kvapil (1868-1950), estrenada en Praga el 31 de marzo de 1901. El nombre de la ópera proviene de la mitología eslava, donde Rusalka es un espíritu del agua que vive en lagos o ríos.
El libreto fue escrito por el poeta Jaroslav Kvapil2 (1868–1950) sin que le fuera pedido por ningún compositor. Está basado en los cuentos de hadas de Karel Jaromír Erben y Božena Němcová. Una rusalka es una duendecilla de la mitología eslava, que normalmente habita en un lago o en un río. Rusalka es, como las ninfas y las ondinas, un espíritu elemental, ligado con el cuerpo y la sangre al reino de los hombres, pero también a causa de su falta de alma, al mundo de los espíritus. Su anhelo es convertirse en ser humano y poder amar como una mujer terrenal, hasta el precio del sufrimiento y de la muerte.
La ópera contiene elementos que aparecen también en La Sirenita de Hans Christian Andersen y Undine de Friedrich de la Motte Fouqué.2 El poeta lo terminó en 1899. Kvapil creó un verdadero libro de cuentos, que si bien recibió muchas influencias (especialmente una que no se encuentra en otros textos sobre ondinas: la de Andersen), es homogéneo, bello y lleno de vivacidad. Empezó a buscar un compositor interesado en él. Sus amigos compositores estaban implicados en otros proyectos, pero mencionaron que Dvorák estaba buscando uno. El compositor, que siempre se interesó en las historias de Erben, leyó el libreto. El deseo más grande de Dvořák era lograr un éxito rotundo con una ópera, quizá llegar a escribir auténticas óperas populares, como Verdi. Compuso la música en un tiempo relativamente corto: empezó el 22 de abril de 1900 y la completó para finales de noviembre. Sería su mejor obra dramática y merece un lugar entre las mejores óperas de todos los países. El ambiente mágico del primer y último acto está maravillosamente conseguido, tiene algo de Wagner aquí y allá, pero es antes que nada checa, con la más profunda y fina sensibilidad para un verdadero arte popular. La ópera cuenta con melodías de una belleza pura y conmovedora. Se sabe que, para componer esta ópera, se retiraba todos los días durante diversas horas junto a un lago solitario en el bosque.
Dvorák se valió de todos los recursos estilísticos de moda en aquella época, el desarrollo clásico, la técnica del leitmotiv, las formas del lied y del aria, todos ellos se sintetizan de manera armoniosa para ofrecer una mezcla interesante de los modismos de la música impresionista y tintes del expresionismo. Algunas arias son en efecto similares a las melodías folclóricas, hay algunas armonías típicas de la música checa, el libreto recuerda a las baladas checas de Karel Jaromír Erben, pero sobre todo, la melodía y las palabras en checo corresponden perfectamente.
CAST
El príncipe Brandon Jovanovich
Vodník Eric Owen
La princesa extranjera Katerine Dalayman
Ježibaba Jamie Barton
Director orquesta Sir Mark Elder
Dirección escena Mary Zimmerman
Dirección escena Mary Zimmerman
Escenografia Daniel Ostling
Vestuario Mara Blumenfeld
Iluminación T.J. Gerckens
Coreografia Austin McCormick
Director emisión HD Gary Halvorson
Live in HD presentación Mattew Polenzani
Nueva producción MET
SINOPSIS
Una hermosa noche de verano, las ondinas juegan en un lago del bosque y bromean con el viejo espíritu de las aguas. Sin embargo, una no está completamente entregada al juego: Rusalka ama al príncipe que va a cazar con frecuencia a ese lugar, el cual no puede verla porque es invisible a los ojos humanos. Rusalka anhela tener un cuerpo humano y vivir la vida de una mujer. El espíritu de las aguas intenta inútilmente disuadirla. Rusalka recurre a la bruja, que puede cumplir su deseo pero que le impone una condición difícil: enmudecer. Sin embargo, nadie puede disuadirla de su deseo. Y así, el príncipe, que se ha enamorado de ella, la lleva a su castillo. Pero su amor se enfría poco a poco, pues no puede entender a la extraña mujer, bella y siempre silenciosa. A una princesa le resulta fácil llamar la atención del príncipe. El espíritu de las aguas, que no puede soportar más el sufrimiento de Rusalka, se la arrebata al príncipe. Sólo entonces comprende éste que ha amado a un ser del reino de los espíritus. Su deseo despierta otra vez y envía mensajeros para que encuentren a Rusalka. Esta vagabundea desesperada; ha sido desterrada del reino de las aguas; no puede y no quiere volver al reino de los hombres. La bruja le sugiere una solución: si mata al príncipe quedará redimida y podrá volver a las profundidades del lago. Pero Rusalka sigue amando al príncipe y, cuando éste llega por fin, enfermo de nostalgia, al borde del lago, la ondina quiere salvarlo. El príncipe sabe que el beso de Rusalka se ha vuelto mortal para él, pero anhela ese final. Muere en el instante más dichoso de su vida.
Nueva producción MET
SINOPSIS
Una hermosa noche de verano, las ondinas juegan en un lago del bosque y bromean con el viejo espíritu de las aguas. Sin embargo, una no está completamente entregada al juego: Rusalka ama al príncipe que va a cazar con frecuencia a ese lugar, el cual no puede verla porque es invisible a los ojos humanos. Rusalka anhela tener un cuerpo humano y vivir la vida de una mujer. El espíritu de las aguas intenta inútilmente disuadirla. Rusalka recurre a la bruja, que puede cumplir su deseo pero que le impone una condición difícil: enmudecer. Sin embargo, nadie puede disuadirla de su deseo. Y así, el príncipe, que se ha enamorado de ella, la lleva a su castillo. Pero su amor se enfría poco a poco, pues no puede entender a la extraña mujer, bella y siempre silenciosa. A una princesa le resulta fácil llamar la atención del príncipe. El espíritu de las aguas, que no puede soportar más el sufrimiento de Rusalka, se la arrebata al príncipe. Sólo entonces comprende éste que ha amado a un ser del reino de los espíritus. Su deseo despierta otra vez y envía mensajeros para que encuentren a Rusalka. Esta vagabundea desesperada; ha sido desterrada del reino de las aguas; no puede y no quiere volver al reino de los hombres. La bruja le sugiere una solución: si mata al príncipe quedará redimida y podrá volver a las profundidades del lago. Pero Rusalka sigue amando al príncipe y, cuando éste llega por fin, enfermo de nostalgia, al borde del lago, la ondina quiere salvarlo. El príncipe sabe que el beso de Rusalka se ha vuelto mortal para él, pero anhela ese final. Muere en el instante más dichoso de su vida.
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